Las grandes empresas van a tener dificultades insalvables para transformarse sin una
figura que impulse la aceleración digital de la organización desde el núcleo central de la toma de decisiones: el Consejo. Muchos consejos no cuentan con los perfiles o el conocimiento necesario para afrontar este reto. El obstáculo principal no es, como se piensa habitualmente, la edad de los consejeros, sino el nivel de expertise que tienen en las tecnologías y los modos de pensar y de hacer que usan los competidores disruptivos.
