Tuve la fortuna de trabajar para Nokia en España entre 2001 y 2005, los años dorados de la marca finlandesa.
Entonces Nokia era una marca europea de tecnología que se estaba comiendo el mundo. Su cuota a nivel global llegó a superar el 40 por ciento (ver cuadro) y su valoración en Bolsa la colocaba en el ranking a un paso de Microsoft y muy por encima de Apple, Amazon o Google. Sigue leyendo