Lo de los móviles en los conciertos tuvo su momento. Pero pocos son ya los que encuentran sentido a que se graben tantos vídeos y fotos -todos igual de penosos- durante un momento especial. Además, ¿se saborea igual un concierto con la tensión de conservar a futuro el momento? En mi experiencia personal, no. Pero es tan difícil resistir la tentación de inmortalizar el momento que no logro evitar seguir haciendo fotos y grabando vídeos (que por cierto, nunca veo).
¿Cómo se soluciona este dilema, entonces?
La plataforma de educación digital para padres Empantallados propuso este colgador de móviles tipo DIY. Músicos como Jack White, John Mayer o humoristas como Dave Chapelle han decidido cortar por lo sano y prohíben los móviles en sus eventos. Un amigo de Chapelle le propuso una solución, funcionó, la perfeccionaron y ahora es un producto que se está usando en colegios, universidades, iglesias, salas de conciertos, discotecas, etc.
Yondr usa un sistema totalmente analógico: los terminales se guardan en bolsas de una tela artificial en las que quedan sellados. Los usuarios llevan consigo su móvil pero no pueden abrirlo sin volver a la entrada de la sala y desbloquearlo.
Un buen número de colegios en Estados Unidos están incorporando esta solución para evitar el uso de las pantallas en horario escolar. El coste está entre los 15 y los 30 dólares por estudiante y año. En el caso de las salas de conciertos, 2 dólares por ticket vendido.
¿Se puede hackear esta bolsa?
Sí, pero es muy arriesgado hacerlo 👇
Gustavo Entrala es experto en Tendencias, Innovación y Branding.
Asesora a CEOs y consejos de administración en su estrategia digital y hace workshops sobre tendencias e innovación in-company.
Está en Twitter, en LinkedIn y, cómo no, en Instagram.