Eric Clapton inauguró en 1992 la moda de los conciertos acústicos con su Unplugged para la MTV. Desde entonces, se han hecho acústicos en todas partes: en tiendas, en barcos, en azoteas…
Pero lo que no se había hecho hasta ahora es meter a una gran estrella en una oficina; sí, entre post-its, tuppers y botellas vacías de agua.
Ese fue el detalle que tuvo Adele con la NPR: acudió a su oficina en Nueva York para cantar un concierto diminuto.
Es una maravilla. La voz de Adele es así al natutal, no como la de otras…
Gustavo Entrala es Socio Director de la agencia de Publicidad 101.
Está en Twitter y en LinkedIn y tiene un blog de música.