(subtítulos en inglés disponibles)
Mi socio y amigo Joaquín Luqui- que Dios le tenga en su Gloria- me enseñó una cosa: que para ser un detector de tendencias no hace falta ser un genio; basta con preguntar a la gente y escuchar con atención. Le vi hacerlo en multitud de ocasiones. Se le acercaba un adolescente por la calle y el que más preguntaba no era el nervioso fan, sino su ídolo.
Tengo cerca un grupo de padres y madres con los que hablo sobre el impacto de la tecnología en sus hogares. Les he nombrado Grupo de Expertos en Familia y Tecnología (G.E.F.T.). Fruto de esas conversaciones nació este post de hace un tiempo.
Me cuenta mi GEFT que sus hijos son ya capaces de mantener hasta 7 conversaciones simultáneas con sendos grupos de amigos. Estás oyendo bien: hasta 7. Se ve que estamos progresando de forma acelerada.
Claro está que tal nivel de destreza supone horas de dedicación. Y esas horas de dedicación al arte del guasapeo muchas veces entran en conflicto con la vida familiar, el estudio y hasta el tiempo de sueño de los críos.
Quizá a mi GEFT le interese la idea de esta nueva aplicación, disponible para iPhone y Android. El concepto es sencillo: los padres conectan los móviles de sus hijos al suyo. Una vez emparejados el móvil de la mamá y el móvil del muchacho, la mamá puede decidir en qué momento se puede usar el móvil y en qué momentos no (durante la cena, las horas de estudio o por la noche).
Dejo al criterio de cada familia si la idea de fondo es útil, conveniente y educativa. Pero a priori parece una buena idea que los niños tengan algunos límites en el uso de un instrumento tan potente, divertido, interesante y adictivo. Hasta Javier Bardem, nada sospechoso de conservador, confesaba en una entrevista en El País Semanal hace años que «en mi casa nunca hemos tenido límites, ahora me doy cuenta de lo necesarios que son para el equilibrio de un niño». Y la Reina Letizia quizá se anime a comprar un móvil a sus hijas antes de lo que ella considera oportuno.
Eso sí, si los niños ven al padre o a la madre enganchados a su móvil durante los períodos «en Off», la limitación les parecerá tiránica. Y con razón.
Gustavo Entrala es Socio Director de la agencia de Publicidad 101.
Está en Twitter y en LinkedIn y tiene un blog de música.
Está claro, el móvil es una herramienta (muy potente, por cierto) y a los niños hay que enseñarles a utilizarla. Debería haber normas de protocolo sobre el modo de usar el móvil, pero para adultos, porque no pretendas enseñar a un niño lo que tu no haces.
Gracias gentrala
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Entrala, no Antrala 😉
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