Efecto OMG!

El efecto OMG! o cómo transformar lo bueno en un objeto de deseo (2 de 3)

Este es el segundo post de una serie que empieza aquí.

Emprendedor social, idealista, sacerdote… dices que tienes ambiciones de cambiar el mundo… ¿son tan grandes como las de un tal Elon Musk?

Musk quiere cambiar el mundo a partir de una BIG IDEA: crear otro nuevo. Piensa que vamos a necesitar poblar Marte, y está decidido a lograrlo en los próximos años.

Ese propósito es lo que está detrás de todo lo que ha hecho Elon Musk desde que fundó su primera empresa (Paypal). El proyecto requiere disponer de la energía necesaria para que la primera nave tripulada por humanos sea capaz de volver (detalle no menor). Y precisamente, la búsqueda de fuentes alternativas de generación y conservación de energía es el motor que ha impulsado a Elon Musk a revolucionar tres industrias con sólo 46 años: la industria automovilística, el sector aeroespacial y la forma de consumir energía en nuestras casas.

Coches eléctricos, no. Coches para correr

Empecemos por la revolución del coche, que es la historia que me interesa contar hoy.

El primer elemento del masterplan de Elon Musk para llevarnos a Marte es innovar en la conservación de la energía eléctrica. Y para lograrlo a gran escala, Musk se dio cuenta de que necesitaba crear un producto masivo que demandara un nuevo tipo de baterías: decidió crear un coche.

INSIGHT #1 Si quieres cambiar el mundo, necesitas un plan de viabilidad concreto. A esto lo llamo yo Soñificar.

Como primer paso, Musk analizó el status quo del mercado de los automóviles eléctricos. En ese momento -2003- existían algunos modelos fabricados en Japón y la India pero sus ventas eran testimoniales. Se trataba, por lo general, de vehículos urbanos muy pequeños para clientes con conciencia medioambiental para los que en ningún caso, el EV era su medio principal de transporte.

Elon Musk vio claro que necesitaba seguir otro camino. Según narra Ashley Vance en su biografía, un momento clave de la historia de Tesla Motors fue la definición de la estrategia de producto. Cuando el equipo fundador estaba dando vueltas a modelos evolutivos, Musk tuvo una visión. Cito algunas frases literales extraídas tanto de ese libro como de entrevistas:

tesla-elon-musk-1940x1091jpgSi quiero lograr que el coche eléctrico se masifique, tengo que cambiar la percepción que la gente tiene de estos vehículos. Existe la sensación de que un coche eléctrico necesariamente tiene que ser feo, lento y aburrido, como los carros de golf.”

Y en otro contexto, articuló con más detalle su estrategia de producto:

“Mi objetivo va a ser diseñar un coche aspiracional, un coche que a mis amigos de Silicon Valley les gustaría comprarse. ¿Qué es lo que valoran ellos? Que el coche sea rápido, muy rápido. Y que sea atractivo para las chicas”.

Voila! 

Y lo hizo. Después de comprar el diseño de la carrocería a Lotus, Tesla presentó al mundo en 2006 un automóvil eléctrico que cumplía con los requerimientos del fundador de la compañía:

  • El Tesla Roadster era rápido: alcanzaba los 100 kms/h en 4,6 segundos (ahora los Tesla hacen esto mismo en 3 segundos).
  • El Tesla Roadster era un deportivo diseñado para viajar en solitario, o en buena compañía.
  • El Tesla Roadster era eléctrico y su batería le permite recorrer 320 kilómetros en una sola carga. Pero esto, desde la óptica de los consumidores se convirtió en un “y además…”.

A partir de entonces, aunque Tesla atravesó dificultades financieras extremas, salió a flote y hoy su valoración bursátil la convierte en la empresa automovilística más valiosa del mundo. Musk ha seguido con su plan y asegura que para 2025 estamos en Marte.

INSIGHT #2 Si quieres cambiar el mundo, elabora un producto atractivo sobre la base de las aspiraciones de quienes deseas que te sigan (no sobre la base de tus prioridades).

El efecto OMG!

Recapitulemos por un momento.

Este señor, ¿no pretendía cambiar el mundo con su ideal de llevarnos a Marte? ¿Qué tiene eso que ver con hacer coches rápidos, bonitos y que sirvan para ligar?

Mucho… ¡todo! El Tesla Roadster -que así se llamó el primer modelo fabricado por Musk- fue el PRODUCTO ATRACTIVO que ha hecho sexy la IDEA BIEN INTENCIONADA de cambiar los hábitos de consumo de energía.

Elon Musk logró, por tanto, que algo bueno (el uso de energías alternativas al petróleo) se convirtiera en aspiracional, deseado.

He bautizado esa transformación como EL EFECTO OMG! (OH MY GOD! en el idioma meme).

El efecto OMG! es el paso de una idea que la gente necesita (porque es buena para ellos) a un producto atractivo que la gente desea.

Y volviendo al primer post de la serie, lo que le pasa a la mayor parte de los proyectos para cambiar el mundo es que su formulación es mediocre; como diría un adolescente americano, sus productos son MEH! y no OMG!

Cómo es el Efecto OMG!

En el Efecto OMG! lo que buscamos es diseñar un producto partiendo de la base de las aspiraciones de los destinatarios. Esta es nuestra prioridad. No queremos hacer una cosa buena que vendría bien a la gente, sino un producto irresistible que ADEMÁS les va a permitir contribuir a que el mundo sea mejor. El corazón de nuestra propuesta es nuestra misión. Los pulmones son la fórmula que escogemos para difundir nuestra misión.

¿Cómo describir el Efecto OMG! desde un punto de vista conceptual?

Puede servir este diagrama de  Ventt

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El efecto OMG!

El diagrama contiene tres elementos:

  1. Lo que las personas deberían consumir (porque es bueno para ellos)
  2. Lo que desearían consumir (sus aspiraciones)
  3. Lo que realmente consumen (o hacen o viven…)

Lo interesante es analizar dónde se cruzan estas tres realidades:

  • En la frontera entre lo que deberíamos consumir y nuestras aspiraciones están todas las demandas latentes, los ideales de vida que la gente no puede lograr porque no encuentra la fórmula para hacerlo.
  • En la frontera de lo que deseamos y lo que compramos están todos los productos de éxito incluyendo los que son nocivos para la salud física, financiera o mental. Ahí es donde reside el statu quo del mundo que querríamos cambiar.
  • En los límites entre las cosas que deberíamos consumir y las que compramos están los consumidores convencidos de las cosas buenas. Aunque se aburran haciéndolas, o las consuman por sentido del deber más que por gusto.
  • Tu objetivo como emprendedor social que quiere cambiar el mundo y tener éxito es estar en el centro del cuadro: quieres generar ideas que conectan con los deseos de la gente y que son asequibles para ellos.

En este punto es donde los más conspicuos se dicen «Sí, claro. Qué fácil es contar historias de consultor a partir de ejemplos como los de Apple, Tesla o la Walt Disney… El modelo se rompe con cualquier otro caso».

A estos trolls imaginarios les digo lo siguiente: Eres muy listo/lista. Pero espérate a leer esto. Ahí te cuento otros casos de éxito de ideas que cambiaron el mundo. Y te voy a contar cómo puedes hacerlo tú. Sí, tú. 🙂

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Gustavo Entrala es experto en Tendencias, Innovación y Branding.
Asesora a CEOs y consejos de administración en su estrategia digital y hace workshops sobre tendencias e innovación in-company.
Está en Twitter y en LinkedIn y dirige un podcast sobre música y tendencias.

 

 

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