Creo que fui uno de los primeros usuarios de la Nike Fuelband. Hasta me dieron un premio un día por superar el millón de Fuel points. También fui uno de los primeros compradores del Pebble Watch, el primer smartwatch.
Sigo usando la Fuelband porque me sirve como reloj. El Pebble debió de durarme una semana en la muñeca. Encontré insufrible recibir todas las notificaciones del móvil en la muñeca.
La experiencia de otros usuarios es parecida: comran un medidor de la actividad física con gran entusiasmo pero dejan de usarlo al poco tiempo.
Y ahora parece que ni siquiera Apple está siendo capaz de estimular la demanda de estos dispositivos. La revista Advertising Age ilustra el asunto con este infográfico.
Gustavo Entrala es experto en Tendencias, Innovación y Branding.
Es conferenciante y hace workshops sobre tendencias in-company.
Está en Twitter y en LinkedIn y dirige un podcast sobre música y tendencias.
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