Hoy domingo he visitado con unos amigos la nueva librería La Central de Callao. Es el plan de moda en Madrid. Lo ves porque cuando te acercas a Callao por la Gran Vía hay un buen número de personas con bolsas de la librería. No son bolsas grandes. Mas bien parecen bolsas para uno o dos libros de bolsillo. Pero que hay ambiente en Madrid c on la tienda es evidente.
El concepto de la tienda me lo cuenta una de las vendedoras. Es una chica con gafas de pasta, de las que ahora se ven tantas. Parece tímida -supongo que debe ser muy inteligente, como tantos introvertidos:
- «Nuestra tienda se diferencia por el fondo de catálogo. Sólo vendemos narrativa y libros de ensayo. Nada de guías de viajes, nada de manuales universitarios».
- «Los que trabajamos aquí tenemos entre 25 y 37 años. Somos gente relacionada con el mundo editorial. Todos hemos escrito algo: una novela, una tesis doctoral. Y, aunque no hemos leído to dos los libros de la tienda, sabemos muchísimo sobre libros».
- «La tienda genera muchísimo tráfico durante los fines de semana. Las compras van un poco a poco, pero la cafetería está siempre llena».
- «El local es muy particular: cuenta con un restaurante en la planta bja, una sala de lectura y una capila». ¿Cómo? Le pregunto. «Sí, es una casa antigua noble que tenía capilla. Hemos restaurado los frescos del techo y respetado la estructura que tenía».
Pros que encuentro al concepto:
- Ubicación
- Restaurante, local nocturno en el sótano para conciertos y eventos
- Vendedores de los que saben y que no dan la lata.
- Se respira cariño y respeto al libro.
Contras:
- El posicionamiento «catálogo propio» no es evidente para el comprador.
- Me pregunto si la gente que busca libros especiales no lo hace primero en las librerias online
- ¿Es una buen momento para poner en marcha una librería? Tengo mis dudas.
Gustavo Entrala es CEO de la agencia de Publicidad 101.
Puedes seguir sus tweets en @gentrala