Parece que sí. Y mucha.
La reflexión es de Susan Cain en Quiet: The Power of Introverts in a World that can’t stop talking, un libro magnífico de esta conferenciante de TED.
Cain ha analizado los libros de autoayuda más populares durante los siglos XIX y XX. Su objetivo es comprender los valores más populares de la sociedad y explicar cómo se han fomentado desde la cultura.
Distingue entre dos eras en este segmento editorial: La era del carácter (s. XIX) y la era de la personalidad (s. XX). La era del carácter promueve el éxito interior de la persona como horizonte vital. La era de la personalidad promueve el éxito social como criterio de excelencia.
Su análisis se ha basado en comparar los términos utilizados masivamente en las guías sobre el carácter del siglo XIX con los usados por los autores de libros de autoayuda en el siglo XX:
Y afirma Cain lo siguiente:
«En los primeros destacan atributos en los que todos pueden trabajar a nivel personal para mejorar de forma efectiva, descritos por palabras como:
- Ciudadanía
- Cumplimiento del deber
- Trabajo
- Obras anónimas de caridad
- Honor
- Reputación
- La moral
- Cortesía
- Maneras
- Integridad
Pero los libros del siglo XX proclaman cualidades de la personalidad que son casi imposibles de adquirir porque dependen de la opinión ajena, de cómo nos ven y nos valoran los demás desde fuera:
- Magnético
- Fascinante
- Especial
- Atractiva
- Brillante
- Dominante
- Arrasadora
- Energético
No es casualidad que desde los años 30, la sociedad occidental se obsesionase con las estrellas de Hollywood. ¿quién puede ser mejor modelo si de lo que se trata es de tener una personalidad magnética, fascinante, atractiva…?«
Gustavo Entrala es CEO de la agencia de Publicidad 101.
Puedes seguir sus tweets en @gentrala
Dicen que no hay palabra mal dicha sino mal interpretada, y en el caso de los libros deberíamos decir que no es el libro, sino el que lo lee. En todo caso, es muy cierto lo que comentas acerca de la institución de estas nuevas "cualidades" como características de una persona exitosa, por encima de todo aquéllo que los más mayorcitos hemos conocido y con lo que nos hemos criado.Para muestra un botón: Donald Trump. Aún cuando su historia es admirable, no deja de ser una persona excesivamente arrogante y engreída. Pero ¿que pasa? Que muchas personas lo toman como modelo de persona exitosa, y por ese barranco se tiran.Interesante reflexión. Compartiendo.
Me gustaMe gusta
No puedo estar más de acuerdo contigo. Pregunta a un chico o chica de 15 años a quién quiere parecerse. Un saludo muy cordial
Me gustaMe gusta